Hoy voy a presentaros a mi prima Raquel, una dulce niña de actualmente 11 años. Raquel padece Espina bífida desde antes de su nacimiento, y por desgracia, hace 11 años no existían los adelantos ni se tenía tanto conocimiento como hoy en día para poder reconducir los síntomas y dificultades que genera esta enfermedad. Raquel es una niña divertida que no tiene freno a pesar de ir en silla de ruedas, la encanta jugar, ir al parque e incluso al colegio, si si, al colegio. De hecho su madre ha llegado a decirla que estaba castigada sin ir al colegio en una fiesta o día importante, lo cual para ella es todo un atrevimiento por parte de su madre.

Y es que, su situación física, no la ha impedido hacer todo aquello que se ha propuesto. Creo que en su entorno nunca ha sentido rechazo ni en el colegio, ni con sus amigos del parque, al contrario, los niños sentían admiración, pues desde muy pequeña Raquel utilizaba silla de ruedas adecuadas a su edad y tamaño, algo que era realmente increíble de ver, pues como siendo tan pequeña, podía manejar tan bien aquel coche, como lo giraba, como iba a todos lados... Sencillamente Increíble.

Pero el siguiente caso, creo que es uno de los más crueles que me podían contar.
Raquel lleva yendo desde los 3 años a un colegio adaptado para personas de movilidad reducida. En ese colegio Raquel no ha sido discriminada por sus compañeros, quizás no ha estado en igualdad de condiciones que sus compañeros a la hora de realizar juegos físicos o en el recreo porque los adultos responsables en esos momentos no se implicaban en realizar o buscar adaptaciones de las actividades para que ella pudiese participar.
Quizás las cosas se podrían haber hecho mejor, sin duda, pero Raquel es fuerte y lo ha superado. Creo que lo mas doloroso para Raquel ha sucedido este año, cuando ha vivido la falta de empatía, de cariño, y sin duda de respeto. Actualmente, Raquel está en sexto de primaria, y en su cole, los padres se encargan de realizar un viaje de fin de curso para que sus hijos despidan la primaria; en este viaje, según tengo entendido, los niños pasaran cinco días fuera de casa, conviviendo juntos y divirtiéndose para despedir con alegría y buenos recuerdos esta etapa. Pues bien, este viaje corre a cuenta de los padres, es decir, el colegio queda al margen del viaje, de su organización y de todo, solo cederá lugares para las reuniones con respecto a ese tema. Pues bien, al principio había tres opciones de aventura, en las cuales los monitores sabían que Raquel iba a acudir y habían propuesto actividades alternativas, por ejemplo, mientras uno hacen escalada, otros estarán haciendo un taller de barro, o mientras se bañan en la piscina habrá juegos en el césped para aquellos que no se bañen. Hasta aquí todo correcto, solo había que elegir una opción. Esta primera reunión se realizó delante de los niños, entre ellos Raquel.

¿Qué conclusión podemos sacar de este acontecimiento?
En mi opinión, podemos afirmar que los niños tienen un corazón muchísimo mas grande que nosotros los adultos, y que actualmente en el colegio, se da mucha importancia a enseñar y trabajar valores como empatía, solidaridad, compañerismo, etcétera, pero.. ¿De qué sirve trabajar estos valores si cuando lleguen a casa estarán viendo actitudes contrarias a lo que pretendemos enseñarles?
Solo espero que Raquel no tenga que vivir mas situaciones como estas y que cuando yo sea educadora, los valores estén más interiorizados por esta sociedad, ya que un mundo sin valores, es un mundo oscuro y vacío, donde será muy difícil convivir.
Sonia Dotor Solera
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