Está relación con mi madre comenzó en mi infancia, porque a veces soy un poco cabezota y tengo un carácter un poco fuerte y cuando ella se enfada su carácter choca con el mío. A medida que me fui haciendo más mayor nada cambiaba todo seguía igual, discusión tras discusión, algunas eran fuertes y otras por tonterías. Muchas veces me paraba a pensar si esta relación con mi madre me traía algún beneficio, si podría seguir adelante sin un apoyo imprescindible en mi vida, pero los años pasaban y nada cambiaba. En cambio mi hermano tiene un apego muy fuerte con mi madre, pero llegó un día que el decidió independizarse, entonces ese cariño que mi madre recibía ya no lo iba a tener todos los días y para mi madre este cambio no fue fácil y para mi fue aún peor, porque no fue nada fácil ver a mi madre sin ese cariño y sin ese apoyo que ella recibía y gracias a este cambio me di cuenta que una madre es un pilar muy importante en tu vida y que hay que cuidarlo porque nunca sabes cuando te va a faltar. Hoy en día tengo la suerte de poder decir que mi relación con ella ha cambiado, que ese cariño y ese apoyo que la faltaba ya lo tiene, ya que tengo la suerte de poder transmitírselo todos los días.
Con todo esto quiero decir que en la vida hay que valorar lo que tienes, porque nunca sabes cuando te va a faltar.
Patricia Ruiz
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