jueves, 16 de marzo de 2017

La distancia significa mucho más que estar lejos.

Una vez alguien me dijo que no sabemos valorar lo que tenemos hasta que nos hace falta, o lo echamos de menos y que razón tenía, ahora con el tiempo he aprendido a echar de menos cosas que quizás antes al tenerlas a diario no las apreciaba. El cambiar mi vivienda, al estar lejos de mi casa, de mi pueblo, de mi familia y de mis amigos he aprendido a valorar detalles pequeños.
La distancia me ha hecho valorar un café con mi gente, con los de siempre, esos con los que he  pasado muchos momentos desde mi infancia. La distancia es echar de menos pequeños detalles y anécdotas que al recordarlas te sacan una sonrisa enorme. Distancia es saber apreciar un abrazo de bienvenida, cuando vuelves  a casa, esos que das con tanta fuerza que no te das ni cuenta. Y en ese momento no importa que solo vas a estar tres días allí, sin duda alguna ese momento se convierte en uno de tus momentos favoritos, y lo repites con todas las personas  a las que quieres, tus tíos, abuelos, amigos, hermanos, padres… Es apreciar el olor de tu casa, el perfume de tu madre, o la alegría que sientes cuando ves a tus amigas, las cuales están en la misma situación que tú y a las que has extrañado tanto.
También aprendes cual es la parte más amarga, la de tener que decir otra vez adiós, alejarte otra vez de todos y volver a tu rincón, hacer la maleta pensando en la próxima vez que volverás a casa,  qué deseas con todas tus ganas que sea en poco tiempo, aprender a vivir teniendo  un pie en un sitio y otro en el otro. Es muchas veces tener una lucha interior entre tus sueños y tus sentimientos.
La distancia es tener días en que deseas poder  volar incluso más que cuando eras pequeña aunque tu cabeza te diga que es imposible, para poder estar cerca de todos.
La distancia son las sorpresas y los detalles. Son las notas de voz eternas, las conversaciones por whatsapp hasta las tantas de la noche donde dices lo mucho que echas de menos a tus amigas, es no poder evitar acordarte de tus amigas cuando ves alguna tontería que te hace sonreír y piensas ¡tengo que enseñárselo! La distancia es asumir que en este momento tus amigas y tú estáis separadas pero pronto os reuniréis y que en casa tengan que asumir que eres su continuo ir y venir, que eso cuesta un poquito más, es echar de menos aquello que te sobraba siempre, es recordar a tu hermana mayor, quien te ayuda siempre aunque sea desde la distancia, la que te escucha cuando tienes que desahogarte, con la que has reído hasta llorar y con la que más veces habrás peleado.

La distancia te enseña a madurar, a crecer y a volar, seguramente tendrás días malos en los que los echaras de menos, pero también aquí se encuentran momentos buenos y amigas increíbles que hacen más amena la espera, personas que conoces y se quedan en tu vida y la hacen maravillosa.
NATALIA GALLEGO SÁNCHEZ


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