3 de abril, hoy ha sido un día especial
El día 3 de abril todo mi grupo llegó a clase muy
entusiasmado. Estamos felices en este lugar, hablo por mi grupo pero en
especial por mí, Cristina del Rey. Estoy empezando a apreciar las clases como
un lugar en el que cada una se expresa tal y como es, cada una cuenta sus
vivencias, trabajamos en grupo… he
conocido a gente muy agradable en esta asignatura y me hace sentir segura. No
sé si lo habré comentado anteriormente, pero para mí es terapia. Estoy muy
orgullosa de haber entrado en este grupo y vivir las experiencias que hemos
vivido hasta ahora, ¡benditos lunes!.
Quedé impresionada con la vestimenta de nuestra querida profesora Pilar, We Can Do It!
Pilar representaba un cartel de propaganda de guerra estadounidense creado por J. Howard Miller en 1943 como una imagen inspiradora para levantar la moral de los trabajadores. El cartel fue poco visto durante la Segunda Guerra Mundial. fue redescubierto a comienzos de la década de 1980 y a reproducido de muchas formas, a menudo "We Can Do It!", fue utilizada para promover el feminismo y cuestiones políticas en la década de 1980 pero también "Rosie the Riveter", que es la figura emblemática de una fuerte trabajadora de la producción en el periodo de la guerra.
Tenemos mentes muy distintas, cada persona es un mundo; ya
no hablo de mi grupo, si no de la clase en general. Era muy entretenido
pasearte por alrededor de la clase y observar lo que a cada persona le salía de
dentro y representaba con un trocito de plastilina.
Tras la actividad, nos trasladamos al salón
de actos para ver “OFELIA”, una obra de teatro protagonizada por un grupo de
mujeres, algunas de ellas padecían cierta discapacidad. Ofelia se basaba en el texto de Hamlet, en el que la protagonista es profundamente maltratada por hombres. En el monólogo
se busca representar la liberación de Ofelia, el cambio de vida, e incluso el
cambio de piel, mostrando todas las personalidades que una mujer puede tener.
También se muestra un diálogo entre una hija y su madre sobre cómo una madre
debe dejar ir a su hija, y cómo una hija debe dejar ir a su madre.
Yo quedé asombrada y muy emocionada con muchas partes de la
obra, fue un rato bastante agradable.
Cuando volvimos al aula, pudimos comentar qué aspectos nos
habían llamado más la atención sobre la obra: algunos hicieron incapié en el
comportamiento y actitud de la directora, otros sobre cómo se comportaban el
resto de los participantes en el escenario, se comentaron las preguntas y
respuestas que habíamos hecho al finalizar la obra, y se comentó la
actividad de relajación realizada en el escenario. Lo que
nos creaba un gran interrogante fue la manera que tenían de crear la
obra, la improvisación, pero… ¿cómo se puede repetir algo que estás
improvisando? Tuvimos un pequeño momento lleno de grandes dudas y no nos fuimos
con ellas solucionadas.
Ayer pude sentirme muy cómoda con mis compañeros los últimos
tres cuartos de hora de clase. Nos juntamos los que quedamos
en clase y pudimos escuchar con atención el sueño que atormentaba a Paula, con
la intención de representarlo. ¡Todos pudimos ponernos en su lugar para
dramatizarlo!. Fue una experiencia única, aunque breve. Cada uno representaba a
un personaje de su sueño: teníamos que concentrarnos e introducirnos en el
sueño de Paula, pero no valía actuar. Repetimos el sueño dos veces hasta que se
nos hizo tarde, ¡qué pena!.
Me fui de clase muy contenta al haber experimentado el tema
de la dramatización de un sueño, me gustaría saber qué sintió Paula.
Fue genial.
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