domingo, 26 de febrero de 2017






La vida es para disfrutarla: amar, aprender, descubrir… y eso sólo lo podemos hacer cuando hayamos superado nuestros miedos y descubramos el arte de NO amargarse la vida.
Desde hace unos meses que de vez en cuando le echo un ojo a un libro muy interesante que leo de Rafael Santandreu. Siempre he sido una persona con mucha tendencia a la perfección, al estrés, al algobio…hasta que descubrí este maravilloso libro que a través de experiencias en un psicólogo nos da consejos para vivir de una manera más sencilla y feliz.

Desde hace unos meses que descubrí que yo sufría TERRIBILITIS. Un término utilizado por este psicólogo para denominar lo que hacen algunas personas: dramatizar o tomar a la tremenda toda clase de problemas. Rafael Santandreu quiere que busquemos continuamente el equilibrio. Yo, por ejemplo, considero las cosas en una escala, donde GENIAL es lo positivo y TERRIBLE lo más negativo que pueda suceder. Según éste, nos debemos encontrar en medio de esa escala siempre.

Lo cierto es que actualmente vivimos en un mundo donde siempre necesitamos más y más de todo, intentando conseguir las cosas por vicio.  Lo cierto es que si nos ponemos a pensar, un hombre es feliz con las necesidades básicas: salud, un hogar y su familia. El estar pendiente siempre de “tener de todo y cuanto más tenga seré más feliz”  solo nos lleva a la depresión y neurosis. 

Un día me di cuenta de que mi vida era una queja constante y que no llegaba a conformarme con todo lo que tenía, siempre ponía alguna pega a mis cosas.
¿Qué sentido tiene vivir en un mundo lleno de exigencias? Es importante aceptar nuestros fallos y dejar de exigirnos . Tengo que aprender en donde se encuentran mis limitaciones. No es fácil retomar esta perspectiva ante la vida, yo me esfuerzo diariamente en dejar de inventar creencias irracionales, son solo una fuente de debilidad.

Aún no he terminado el libro, estoy en ello. Una de las anotaciones que más me llamó la atención fue algo que me pasa diariamente: “llevar al extremo la visualización y el deseo por conseguir algo”.  Soy una persona muy extremista y demasiado impaciente. Este libro me va enseñando la importancia de que puede  GUSTARME ALGO, pero NO LO NECESITO para SER FELIZ.  También recalca la importancia de preocuparnos menos. Yo era una persona que siempre estaba preocupada por millones de cosas que “tenía que hacer” aunque no fueran de vida o muerte. Lo cierto es que tanta preocupación crea ansiedad.
Ser una persona humilde y tranquila es lo que de verdad me llena en la vida. Está bien que tengamos emociones, pero siempre en su justa medida y con pensamientos racionales. Si reduces un miedo, reduces todos los demás.


“El arte de no amargarse la vida”, un libro muy recomendado.

CRISTINA DEL REY ALONSO

1 comentario:

  1. Gracias Cristina, lo comentaste en clase y está muy bien que ahora abundas más en el tema y lo referencias, realmente hay mucho por mejorar en la actitud del día a día para ser felices

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