Taller de pelos

Es la tercera clase de Educación Artística que tenemos con nuestra profesora Pilar Pérez, en la clase anterior nos hizo dos propuestas, en primer lugar nos propuso que cada día un grupo la trajese a clase una propuesta de vestuario que ella se pondría y con la que impartiría la clase, después el grupo en cuestión explicaría al resto de la clase el porqué de esta vestimenta. Esta semana el grupo que debía ofrecerle la propuesta de vestuario a la profesora, no le trajo uno, ni dos, sino una gran variedad de conjuntos posibles, cada uno de un color diferente, de los cuales ella debía elegir uno, ellos no le han explicado el porqué de los colores ni nada, simplemente le han ofrecido los diferentes atuendos y la profesora a acabado eligiendo este:

Al terminar la clase el grupo ha dado la explicación de su propuesta de vestuario, lo han basado en la relación que tienen las emociones y los colores y dependiendo de la emoción que sintamos en ese momento tenemos predilección por un color o por otro.

Respecto a la segunda propuesta que nos hizo en la clase anterior, nos propuso modificar nuestro peinado para romper con lo que una sociedad acostumbra a llamar un peinado "normal", ya que el pelo, sobre todo en las mujeres, simboliza la fuerza y acostumbran a llevarlo lacio y con peinados que lo hagan menos voluminoso.
Por eso en la clase de hoy hemos roto con todas las barreras y cada grupo ha creado su propio peinado, diferente a lo que solemos ver y a lo que erróneamente consideramos "normal".
En nuestro grupo hemos optado por pintarnos el pelo de colores, porque el pelo no tiene que ser siempre castaño, rubio o moreno, cada uno puede llevar el pelo del color que quiera, hay personas que opinan que a veces las personas equilibran su personalidad el color del cabello, otras piensan que para las personas cambiarse el color del pelo es como cambiarse de camisa, cuestión de moda, incluso hay quien lo relaciona con una búsqueda insatisfecha de la imagen ideal. Pero para nosotras ha sido una forma de protesta, cada persona es diferente y puede peinarse como quiera, que sea diferente a lo habitual no significa que sea malo. Solo es DIFERENTE y debemos acostumbrar a la sociedad a ver cosas asi para que dejen de ser algo raro y pasen a ser algo normal.

A demás nos propusimos un reto, hacer el moño más alto del mundo, y es posible que lo consiguiésemos. Con extensiones, laca, horquillas y mucho trabajo en equipo este fue el resultado final, un enorme y precioso moño que pasaría por un peinado de peluquería.